Muchas organizaciones han diseñado sus procesos de manera espontanea. Es decir, durante el desarrollo del proceso industrial se han ido creando actividades como consecuencias de necesidades agregadas. Estas han ido siendo combinadas para configurar el proceso actual y no se ha llevado como consecuencia de una planificación con una visión holística.
En otras ocasiones, se ha realizado una planificación del procesos para responder a una situación en que existen diferentes premisas sobre el modo en que se realizan. Pero el tiempo y la tecnología avanzan a un ritmo elevado haciendo ineficaces e ineficientes los procesos y originando desventajas competitivas.
Esta situación es una oportunidad para alcanzar mejoras significativas tanto en proyectos de mejoras de procesos, como rediseño radical de los mismos. Trabajamos partiendo de un análisis exhaustivo y contemplando las tecnologías disponibles.